Vitamina K: Prevención de “enfermedades relacionadas con la edad”

La vitamina K es un nutriente especial que durante mucho tiempo recibió poca atención porque se pensaba que solo era necesaria para la coagulación de la sangre, pero es indispensable para varias funciones importantes del cuerpo. La vitamina K es fundamental para un cuerpo sano, para el funcionamiento de todos los órganos y para la prevención de las llamadas “enfermedades de la vejez” como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, la pérdida ósea, la artrosis, la debilidad muscular, la neurodegeneración y el cáncer.
Vitamine K
Hart

Una deficiencia de vitamina K suele pasar desapercibida, ya que incluso una dieta típicamente occidental proporciona suficiente vitamina K para una coagulación sanguínea normal, pero esto no es necesariamente suficiente para todas las demás funciones del organismo. Además, muchas personas tienen una necesidad aumentada de vitamina K, entre otras cosas debido a una flora intestinal alterada, inflamación crónica y el uso de ciertos medicamentos.

Vitamina K1 y K2

La vitamina K no es una sola sustancia, sino un grupo de diferentes “naftoquinonas” que se encuentran en los alimentos y en el cuerpo en dos formas principales: vitamina K1 (filoquinona) y varias formas de vitamina K2 (menaquinonas o MK, como MK-4 y MK-7).

La vitamina K1 se encuentra principalmente en las plantas y es la forma que más consumimos a través de la alimentación. Las fuentes más ricas son las verduras de hoja verde como la espinaca y la col rizada.

En nuestro cuerpo, la vitamina K1 puede convertirse en vitamina K2. Las bacterias intestinales pueden producir diferentes tipos de menaquinonas y nuestras propias células pueden producir MK-4.

Los alimentos fermentados y los productos de origen animal ya aportan vitamina K2 preformada.

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