Vitamina K: ¿Alimentación o suplementación?

Para prevenir o corregir una deficiencia de vitamina K, es mejor consumir muchos alimentos ricos en vitamina K1, especialmente verduras de hoja verde y variedades de col, como la col rizada, el brócoli, la coliflor y las espinacas, alfalfa, algas y perejil.
Aunque la vitamina K2 es más activa y tiene muchas funciones importantes, la vitamina K1 es igual de importante. La vitamina K1 es una fuente alimenticia para ciertas bacterias intestinales, que a partir de ella producen distintas formas de vitamina K2. De la vitamina K1 también se puede producir menadiona, que ayuda a destruir células cancerígenas.
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Hart

La carne, las aves y los lácteos suelen mencionarse como buenas fuentes de vitamina K2, pero consumir muchos productos de origen animal es perjudicial para la flora intestinal y la salud de los intestinos, especialmente si además se consume mucha comida refinada y pocos alimentos vegetales ricos en fibra y polifenoles.

En enfermedades metabólicas o en caso de una mayor necesidad de vitamina K (véase el recuadro de arriba), se recomienda la suplementación con vitamina K2 (o una combinación de K1 y K2). La MK-7 puede aumentar los niveles sanguíneos durante varios días. Esto puede ser muy útil en enfermedades que requieren vitamina K adicional, como osteoporosis, fracturas óseas, aterosclerosis, fibrosis pulmonar, enfermedad hepática, enfermedad renal crónica, trastornos neurológicos, cáncer y otros.

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