Con pequeños pasos hacia nuevos hábitos alimenticios

Se recomienda trabajar con pasos muy pequeños y en fases, especialmente con los comedores muy exigentes. Dale a tu hijo suficiente tiempo para acostumbrarse a un nuevo alimento y familiarizarse con el sabor, el olor, la textura, etc. Intenta introducirlo de distintas maneras para descubrir cuál es la que más le gusta o qué estrategia funciona mejor.
Sustituye poco a poco los ingredientes habituales en los platos, para que casi no se note que algo ha cambiado.

No es una tarea fácil, pero definitivamente vale la pena enseñar a los niños con autismo hábitos alimenticios saludables que puedan mantener el resto de sus vidas. Una vez que la alimentación más saludable comience a tener efecto en la salud física y mental, será cada vez más fácil introducir cosas nuevas y seguir comiendo sano.